miércoles, 5 de junio de 2013

CLARIDAD Y TRISTEZA


Para escribir
no necesito tanto la claridad
como la tristeza.
El amanecer, el sol,
las caras dormidas,
no me ayudan en la creación de versos,
ilusiones perdidas
de un poema que no existe.
La pena.
La desdicha.
El no poder dormir. Las ideas
que se amontonan en mi cabeza
torturándome despiertas
con el nacimiento de mis versos.
Poesía o no
son palabras a mis palabras,
versos a mis versos.
Ahora escribo,
con claridad y con tristeza,
volviéndome loco
entre
espacio y letras
arrancándome de la pared toda información
de mi poesía
para revelar toda la fantasía
y la realidad
que habita en él.